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martes, 5 de junio de 2012

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sábado, 2 de junio de 2012

Iglesia Adventista del Séptimo Día

Iglesia Adventista del Séptimo Día

La Iglesia Adventista del Séptimo Día (comúnmente abreviada Iglesia Adventista)4 es una denominación cristiana-protestante distinguida por su observancia del sábado, el séptimo día de la semana, el día de reposo (Shabbath), y por su énfasis en la inminente segunda venida de Jesucristo. Es el octavo mayor organismo internacional cristiano.[cita requerida]
La denominación surgió del Movimiento Millerista en los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, y se estableció oficialmente en 1863. Entre sus fundadores se destaca Ellen G. White, cuya extensa obra sigue siendo respetada actualmente por los adventistas.
Gran parte de la teología de la Iglesia Adventista corresponde a las enseñanzas evangélicas, tales como la de la Deidad (Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo), el estado inconsciente de los muertos y la doctrina de un «juicio investigador». La iglesia es también conocida por su énfasis en la alimentación, la salud y el respeto por los animales5 que es la ordenada por Dios desde el principio de la creación (Génesis 1:29), sus doctrinas las cuales están completamente basadas en la Biblia, su promoción de la libertad religiosa, y sus principios y estilo de vida que los diferencia.
La iglesia mundial se rige de una manera democrática; esto significa que sus miembros escogen delegados cada cinco años para la elección de nuevos líderes, quienes forman la «Asociación General», con regiones más pequeñas administradas por divisiones, uniones, misiones/asociaciones y distritos. Actualmente cuenta con una membresía de más de 17 millones de personas, tiene una presencia misionera en más de 200 países y territorios y se diversifica étnica y culturalmente. La iglesia administra numerosas escuelas, universidades, hospitales, clínicas, institutos y casas editoriales en todo el mundo, así como una destacada organización humanitaria conocida como la ADRA, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

Doctrinas

Las doctrinas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se basan completamente en la Biblia anabaptista. La doctrina reformadora del «sacerdocio de todos los creyentes» es tan central en el pensamiento de los adventistas, que los miembros siempre han sido animados a estudiar la Biblia para descubrir la verdad por sí mismos, guiados por el Espíritu Santo. Esto puede llegar a explicar su renuncia a establecer un credo.
Para los adventistas, la Biblia es la fuente por excelencia de la verdad acerca de Dios y el testimonio de Jesucristo como el estilo real y verdadero de vida.
Tradicionalmente, la iglesia adventista se ha opuesto a la formulación de declaraciones de credo, aceptando la Biblia completa como su único credo. A los fines de la coherencia interna, los creyentes han formulado un grupo de creencias fundamentales y prefieren verlas como descriptivas en lugar de prescriptivas. Hasta 2005 poseía 27 creencias fundamentales, pero durante la Sesión de la Asociación General de la Iglesia de ese año, se agregó una más, teniendo así en total 28 creencias fundamentales.

El séptimo día como día de reposo

Los adventistas consideran el sábado como el séptimo día de la semana (en concordancia con el calendario hebreo bíblico)7 y enseñan que debe ser tomado como el verdadero día de reposo. Esta creencia se basa en la declaración bíblica: «Acuérdate del shabat (‘día de reposo’ o sábado)».8 Guardan este día como uno de 24 horas de puesta de sol a puesta de sol, comenzando el viernes por la tarde y por ende terminando el sábado por la tarde (Génesis 1.5, 8 y 13). En estos versículos se puede apreciar que cuando el Señor terminaba su creación, diariamente se decía: «Y fue la tarde y la mañana del primer día». La autoridad de Dios para escoger este día para ser adorado se fundamenta por Éxodo 20:11, que refiere al día de la creación en Génesis 2.1-3, cuando Dios descansó, bendijo y santificó el séptimo día (o sábado) para toda la humanidad. Por eso Cristo dijo en Marcos 2.28 que el Hijo del Hombre es Señor aún del sábado. Además, Salmos 111.7-8 revela que los mandamientos de Dios son eternos, «las obras de sus manos son fieles y justas, confiables son todos sus mandamientos, permanecen firmes eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud».
Cabe destacar, sin embargo, que los adventistas creen en la salvación por gracia y la justificación por Fe en Cristo. Creen en los 10 mandamientos que Dios escribió con su dedo,y consideran que su ley es inmutable (los Diez Mandamientos, según Éxodo, capítulo 20). Con respecto a la observancia del sábado -incluida en el cuarto de los 10 mandamientos-, le dan considerablemente más importancia a guardar el séptimo día sábado que la importancia que le dan otras denominaciones a la adoración en domingo, puesto que fue Dios mismo quien santificó, bendijo y reposó durante ese día, los adventistas creen que el domingo fue instaurado por el emperador Romano Constantino en su famoso edicto en el año 321 d. C. con la finalidad, según los adventistas, de atraer a la mayoría de los adoradores del dios Sol para que adoraran dentro de la iglesia en ese mismo día.
Argumentan, también, que Jesucristo no cambió su ley ni el día de reposo, pues Cristo «vino para cumplir» las profecías de la Ley, según Isaías 7:14: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel». Con la muerte en el Calvario de Jesucristo, la profecía de Isaías es considerada cumplida. En tal sentido, por la Gracia de su Resurrección, todos los que en Jesucristo crean y lo acepten como su salvador personal, serán salvados (Ver Hechos 4.11-12): «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvadosd». (Versión Reina Valera 1960). Toda otra doctrina es, según el razonamiento, antibíblica, creada por el hombre.
Los adventistas basan también su doctrina en un pasaje del Evangelio según Mateo:
"No penséis que he venido a abrogar la ley... sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de la ley."
Jesucristo, según el Evangelio de san Mateo 5.17-18 (Reina Valera de 1960).
Esta cita de Jesús revela que mientras exista este cielo y esta tierra, los diez mandamientos escritos por el dedo de Dios no pueden ser cambiados o adulterados. Se prometen cielos nuevos y tierra nueva en Apocalipsis 21.1, por lo tanto, todavía existe el mismo cielo y la misma tierra; entonces los 10 mandamientos todavía siguen vigentes para la humanidad, no así las leyes ceremoniales, pues Cristo fue el Cordero de Dios que murió por el pecador.
También los adventistas argumentan que la Biblia profetiza que un poder humano trataría de cambiar la ley de Dios: «Pensará cambiar los tiempos y la ley» (Daniel 7.25).
Por dichas razones los adventistas se oponen firmemente al reposo dominical, pues éste proviene originalmente de tradiciones no cristianas. Las personas de otras religiones adoraban diversos dioses ampliamente difundidos por todo el Imperio romano antes, durante y después de la época del emperador Constantino. Uno de los principales era Mitra, dios solar, y el día domingo era dedicado a él. Hasta hoy, domingo se llama sun-day (en inglés) y sonn-tag (en alemán), que significa ‘día del sol’; en español, domingo significa (Del lat. dominĭcus [dies,], [día] del Señor). De la misma manera, «lunes» significa ‘día de la Luna’, «martes» ‘día del dios Marte’, etc.
Es importante considerar que los adventistas guardan el día sábado para reconocer que Dios es el creador. El día sábado fue instaurado por Dios en el Edén y luego en los Diez Mandamientos. También es importante notar que cuando Dios dio los mandamientos, en el cuarto menciona «Acuérdate del día sábado para santificarlo». El término «acuérdate» se refiere a algo que él dio en el pasado: en el Edén, Dios lo dio para toda la humanidad. Para los adventistas, el sábado es un descanso y deleite. Según Isaías 58.13-14, «Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado».
Otra base usada para la doctrina es que según la Biblia, en la tierra nueva (después del milenio) se guardará el día sábado: «Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová» (Isaías 66.22-23 Reina Valera, 1960).

El estado de los muertos

Los adventistas creen que la muerte es como lo declara Eclesiastés 9.5: «los muertos nada saben». Esta ideología sostiene que una persona no tiene forma consciente de existencia hasta su resurrección, la cual se dará en la ocasión de la segunda venida de Jesús (en el caso de los justos) o luego del milenio de Apocalipsis 209 (en el caso de los impíos). Esto significa que el infierno no existe en nuestros tiempos presentes, ni existirá después de la segunda venida de Cristo, sino que los impíos serán destruidos para siempre luego del milenio descrito en Apocalipsis 20. (Esa es la muerte segunda de la que habla el texto del Apocalipsis, la verdadera muerte). Infierno viene del griego infer (‘debajo’), por lo tanto el infierno sería lo mismo que el Hades griego, o simplemente, el sepulcro.
Por lo anterior también se oponen a la doctrina del purgatorio, sostenida por la Iglesia católica, que señala que los muertos que no tienen pecados mortales sin perdonar pasan por un estado de purificación antes del Cielo. Sostienen que la Biblia enseña que sólo Dios es inmortal (1 Tim. 6.16) y que los seres humanos, separados de Dios, están sujetos a la muerte. Jesús enseñó que «la muerte es un sueño» (Juan 11.11-14) que termina en una de las dos resurrecciones: una resurrección para vida o una resurrección de condenación (Juan 5.28-29).
Por otra parte, religiones evangélicas sostienen que después de la muerte, el alma se dirige a un lugar determinado dependiendo de si son salvos (aceptar a Cristo como salvador) o no. Los salvos son llevados al «Seno de Abraham» y los no salvos se dirigen al Infierno. Los adventistas no comparten esta posición, argumentando que no tiene base bíblica. Para los adventistas, el tema de la muerte es uno de los engaños satánicos del fin de los tiempos: el espiritismo está ganando terreno debido a que la mayoría de las personas creen que hay vida después de la muerte. Los adventistas consideran a la Biblia como su única regla de fe: en ella no se considera vida después de la muerte; y sólo cuando venga el momento de la resurrección será la vida eterna o la muerte.

Bautismo

 Los adventistas del séptimo día practican el bautismo de los creyentes por inmersión completa, de manera similar a los bautistas. Argumentan que el bautismo requiere consentimiento por entendimiento, y responsabilidad moral. De manera que los bebés solamente son dedicados al Señor, que en realidad es un símbolo de la gratitud a Dios por el bebé, por parte de los padres, la comunidad e iglesia, y de su compromiso de criar al niño en el amor de Jesús. Los adventistas creen que el bautismo es un nuevo nacimiento hablando espiritualmente; y a través de él testifican su muerte al pecado y declaran su intención de caminar en una vida nueva. El bautismo es símbolo de la unión con Cristo, del perdón de los pecados, y de la recepción del Espíritu Santo, e implica una afirmación de la fe en Jesús y un arrepentimiento de pecados evidente; es una declaración pública del compromiso de la vida del individuo y su entrega a Jesús, por lo tanto comienza una nueva vida en el Señor.



La Segunda Venida de Cristo

Los adventistas del séptimo día creen en una segunda venida de Cristo inminente y visible en todo el mundo, que será antecedida por un tiempo de angustia en el que los justos serán perseguidos, y un anticristo exhibirá gran poder sobre la tierra (Mateo 24). La enseñanza de que Cristo será visto por todos en la ocasión de su segunda venida se basa en Apocalipsis 1.7, que dice: «Todo ojo lo verá»; en la descripción que da Cristo en Mateo 24:27 «Como el relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente»; y en Mateo 24:30 «Todas las razas de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo». También se basan en lo dicho a los discípulos y a las personas que estaban en el momento de la ascensión de Cristo registrado en Hechos 1.9-11, que dice que «volverá del mismo modo en que lo habéis visto ir al cielo». Los adventistas creen que este será el momento en el que ocurrirá lo que se describe en 1 Tesalonicenses 4.16, en el que «los muertos en Cristo resucitarán primero». Los adventistas sostienen diferencias bien definidas en la biblia sobre la venida del auténtico Cristo y la del anticristo, dicen, como está escrito en 1 Tesalonicenses 4:17 «seremos llevados con ellos al cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo», es decir, cuando viene Cristo somos llevados al encuentro con Él en el aire, en las nubes. Por el contrario el anticristo pisa el suelo y anda por la tierra, y no le ve todo el mundo de forma literal o espontánea, así lo afirmara Jesús en Mateo 24:23-26. Otras diferencias están basadas en Apocalipsis 10:7 y 11:19, donde dice que "cuando se cumple el misterio de Dios aparece en el cielo abierto el Arca de la Alianza", donde se encuentran los originales de las Tablas de la Ley de Dios, con las cuales Dios descendió en el monte Sinaí, según Deuteronomio 33:2 «Y vino de entre diez millares de santos, con la ley de fuego a su mano derecha». Sin embargo el anticristo obrará contrario a la Ley de Dios, violando lo que Dios escribió con su dedo, dice Deuteronomio 10:2 «y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca» y Éxodo 31:18 «Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios». El anticristo obrará violando la alianza eterna que hay entre Dios y su pueblo, el Sabbath. Exodo 31:16,17 «Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó». Ezequiel 20:12,20 «Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico» «Y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios». Por último el nuevo testamento deja bien clara la importancia del Sabbath en Hebreos 4:9-11 «Queda, por lo tanto, reservado un Reposo, el del séptimo día, para el Pueblo de Dios. Y aquel que entra en el Reposo de Dios descansa de sus trabajos, como Dios descansó de los suyos. Esforcémonos, entonces, por entrar en ese Reposo, a fin de que nadie caiga imitando aquel ejemplo de desobediencia» y en los últimos días los hijos de Dios guardarán sus mandamientos, Apocalipsis 12:17 «Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo». Pero antes de que todo esto suceda la humanidad padecera grandes angustias y catástrofes naturales, como lo son inundaciones, terremotos, tornados, tsunamis, y humanas como son las guerras, las hambrunas, el esclavismo, entre muchas cosas mas. También sobrevendrán los juicios de Dios, muchas ciudades que están entregadas a la maldad y a la homosexualidad serán destruidas por fuego, así lo afirman Judas 1:7 «También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que se prostituyeron de un modo semejante a ellos, dejándose arrastrar por relaciones contrarias a la naturaleza, han quedado como ejemplo, sometidas a la pena de un fuego eterno», también lo dice 2 Pedro 2:6 «También condenó a la destrucción y redujo a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra, para que sirvieran de ejemplo a los impíos del futuro». Esto solo anuncia que Cristo se acerca. Los que amen a Cristo se pondrán del lado de la verdad.

El Espíritu de Profecía

Una de las enseñanzas de la Iglesia adventista basados en Apocalipsis 12:17, 19:10 y en el segundo cumplimiento de Joel 2:28-32 es que el espíritu de profecía es una señal identificadora de la «iglesia remanente», que se manifestó durante el ministerio de Ellen G. White. También establecen con claridad que la Biblia es la norma única por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda experiencia.
Ellen G. de White no es considerada como la máxima autoridad doctrinal, sinó unicamente la Biblia, sus escritos son considerados una guia que lleva al entendimiento e importancia de la misma. Se la considera una profetisa o «una luz menor que guía hacia una luz mayor». Dicha luz mayor es Jesucristo, la real y única cabeza de la iglesia, que no puede ni podrá ser remplazada por ningún hombre ni ningún otro poder sobre la tierra.10 La Iglesia Adventista ha recibido críticas respecto a sus postulados, incluyendo sus doctrinas en relación con Elena G. de White como profeta de Dios y su estatus dentro de la iglesia, y su relación con las actitudes exclusivistas.

Prácticas y costumbres

 

Actividades del sábado en la Iglesia

Iglesia adventista en Bundaberg.
Las actividades del día sábado de un adventista del séptimo día normalmente comienza en la tarde del viernes con el culto de puesta del sol en el hogar o en la iglesia. El sábado de mañana comienza con el estudio de la Biblia y una oración de agradecimiento por el descanso y reposo físico y espiritual. Como lo dice en la biblia, debe de irse vestido correctamente hacia la casa de Dios por lo que cuando asisten a los servicios de la Iglesia es por respeto al rey de reyes que es Dios, que en la mayoría de los países comenzará normalmente a las 9:00, con la «escuela sabática», la cual es un momento de estudio de la Biblia con un folleto como apoyo para el estudiante. Este folleto es distribuido a todas las iglesias adventistas en el mundo, teniendo un tema de estudio en común durante un trimestre.
Cada clase de escuela sabática consta con su propio folleto de estudio. Los más pequeños tienen el folleto Cuna, luego vienen los Infantes, más adelante vienen los Primarios, Intermediarios, Juveniles, Jóvenes y por último el folleto Adultos. En este estudio bíblico filial que puede incluir cantos, relatos misioneros, oraciones y el estudio de la Biblia que se extenderá hasta alrededor de las 10:15. Se forman varios grupos en los cuales los temas bíblicos y preguntas prácticas son discutidos con libertad. Luego de dar el informe misionero y los anuncios correspondientes a la iglesia, la hermandad se reunirá nuevamente para un servicio de iglesia que sigue un formato evangélico que puede diferir de iglesia a iglesia pero que siempre tendrá un sermón como característica principal. Los adventistas practican la cena del Señor (conocida en otras denominaciones como eucaristía), la cual es un servicio abierto que consta de renovar votos con Dios ya que al ser bautizados se vuelve a nacer, basado en el capítulo 13 del Evangelio según san Juan.11 El servicio incluye una ceremonia de lavamiento de los pies y la participación de la Cena del Señor que consiste de panes sin levadura y jugo de uva no fermentado.
En algunas iglesias, los miembros y otros amigos pueden quedarse en ella para un almuerzo a la canasta, para el cual todos contribuyen con un plato. Las actividades del sábado de tarde pueden variar mucho dependiendo del contexto cultural, étnico y social.12
Actualmente en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Perú y Venezuela, antes de que el sol se oculte, el día sábado se hace una despedida del día con cantos y alabanzas dirigidos por jóvenes, conocida en muchos países como la sociedad de jóvenes, aunque por la demografía de algunas iglesias se tienen tres divisiones la sociedad del menor, de jóvenes y la del mayor, en los que se presentan actividades y temas de aprendizaje coherentes a cada grupo etario. Donde también se hacen obras, presentaciones musicales, concursos bíblicos, entre otros. Luego de ocultarse el sol, los jóvenes (o de alma joven) se reúnen para disfrutar en camaradería un sábado más.

Actividades misioneras

Las actividades de extensión misionera de la Iglesia adventista apuntan tanto a no creyentes como a creyentes de otras denominaciones. Los adventistas del séptimo día creen que Cristo ha llamado a los que creen en él para ministrar a todo el mundo. Como tal, la Iglesia tiene presencia en más de 200 países en el mundo. Sin embargo, los adventistas son cautelosos para asegurarse de que el evangelismo no estorbe los derechos básicos del individuo. La libertad religiosa es una postura que la Iglesia Adventista del Séptimo Día apoya y promueve. Los esfuerzos evangélicos adventistas tradicionales consistían en misiones urbanas y la distribución de folletos como The present truth (La verdad actual), que fue publicada por James White desde 1849.
Edificio de la Review and Herald, 1868.
Los adventistas, como lo demuestra su distribución extensa de folletos, al igual que sus ancestros milleristas, por mucho tiempo han sido propulsores de los ministerios basados en los medios de difusión. Hasta que J. N. Andrews fue enviado a Suiza en 1874, los esfuerzos mundiales adventistas consistían enteramente en la circulación de folletos (como los de De White) en muchos lugares. La lectura de dichos materiales fue la razón primaria por la cual Andrews eventualmente fue llamado para viajar ultramar. En el último siglo, dichos esfuerzos también han involucrado la utilización de los medios de comunicación modernos tales como la radio y la televisión. El primero de estos fue el programa radiofónico de H. M. S. Richards, Voice of prophecy (‘La voz de la profecía’), que inicialmente fue transmitido desde Los Ángeles en 1929.
Desde entonces los adventistas han estado en la vanguardia del evangelismo a través de los medios de comunicación. El programa It is written (‘Está escrito’) fue el primer programa religioso que fue transmitido en colores. Hoy, la iglesia cuenta con varios canales como The Hope Channel (‘El canal de la esperanza’) o The Three Angels Broadcasting Network (‘La red de difusión de los tres ángeles’), los cuales operan internacionalmente, transmitiendo las 24 horas del día tanto por cable como por satélite. También cuentan con un estudio de televisión (Nuevo Tiempo) ubicado en la ciudad de San Pablo en Brasil, el cual transmite por su programación de radio y televisión Internet tanto en español como en portugués.
En Chile cuenta con la red radio difusora más grande del país,sucursal de la central ubicada en Bolivia, Nuevo Tiempo Chile y además posee un canal de televisión abierta con el mismo nombre, que se puede sintonizar en las principales ciudades del país. En Costa Rica también cuenta con la emisora Radio Lyra 88.7 FM de cobertura nacional con sus oficinas en la provincia de Alajuela, en las instalaciones de la Universidad Adventista de Centroamérica. En El Salvador actualmente se encuentra Radio Adventista 96.5 FM, transmitiendo desde San Salvador. El 9 de agosto del 2003 se iniciaron las transmisiones de la red satelital Nuevo Tiempo Perú, desde la ciudad de Lima al presente, conforman esta red 17 emisoras a nivel nacional, dial en Lima 1038 AM. En Guatemala se inició la transmisión como repetidora de una radio Centro Americana, luego creando su propia estación con el nombre de Unión Radio, obteniendo el permiso para transmitir en AM y FM. En República Dominicana cuenta con la emisora Radio Amanecer Internacional con más de una década en el aire, que se escucha en casi todo el país. En Puerto Rico cuenta con Radio Paraíso 92.9 FM, la cual cubre aproximadamente tres cuartas partes de la isla, y Radio Sol 92.1 FM, la cual cubre la zona restante.

Salud, dieta y sexualidad

Los adventistas del séptimo día presentan un mensaje de salud que recomienda el vegetarianismo13 y se espera la abstinencia de carne de cerdo, sangre, crustáceos, y otros alimentos proscritos como «animales inmundos» en Levítico 11, al igual que la abstinencia de alcohol y tabaco u otras drogas. Muchos adventistas se abstienen de estos alimentos como deseo de mantener un estilo de vida saludable honrando a Dios en el cuidado de sus cuerpos pues lo consideran según 1 Corintios 3:16-17 templo del Espíritu Santo. Un pionero de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue John Harvey Kellogg (en principio adventista, luego por diferencias de criterio llegó a ser apóstata de dicha fe).[cita requerida] Los adventistas mantienen en funcionamiento hospitales y otras instituciones relacionadas con la salud.
La posición oficial de los adventistas con respecto al aborto es que no se aprueban los abortos por razones de control de natalidad, selección de sexo, u otras conveniencias, solo se permite cuando la vida de la madre se ve amenazada por el parto.
Respecto a las relaciones prematrimoniales, tampoco es lícita, ya que Dios las instauró dentro del matrimonio bendecido por Él; aparte
Según una declaración oficial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, los adventistas no llevan a cabo matrimonios homosexuales. Aún más: dentro del matrimonio, el adulterio por una relación heterosexual u homosexual, o en caso de muerte son unas de las circunstancias en las que se permite el divorcio.

Cuerpo de Cadetes Médicos Adventista

El Cuerpo de Cadetes Médicos Adventistas es una organización basada en las creencias y doctrinas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En sus inicios, el propósito fue de entrenar gente para el área de medicina de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, pero después de la década de 1970, ha estado trabajando para la comunidad ayudando en desastres y rescates.
Trabajo del Cuerpo de Cadetes
  • Desarrolla los conocimientos en los conceptos modernos de ayuda médica y emergencias (primeros auxilios básico y avanzado) resucitación cardiopulmonar, salvamento y supervivencia acuática, rescate y salud preventiva entre otros.
  • El entrenamiento físico está orientado al desarrollo y acondicionamiento óptimo de las facultades físicas, manteniendo un balance entre lo físico y lo mental mediante el programa de entrenamiento existente.
  • Se une a otros grupos y entidades similares o con los mismo propósitos sin perder su identidad ni sus principios. Ofrece sus conocimientos a otras personas o entidades que lo soliciten.

Estructura, gobierno e instituciones

La Iglesia Adventista del Séptimo Día está organizada con una estructura jerárquica bien definida, que concede poderes y responsabilidades a representantes y oficiales. Cuatro niveles definen la estructura de la Iglesia, desde el creyente individual hasta la organización mundial.
  1. La iglesia local está compuesta de creyentes individuales.
  2. El distrito está compuesto por una o varias iglesia o filiales que son dirigidas por un pastor.
  3. El campo o misión/asociación, se compone de varios distritos en un territorio definido que puede abarcar toda una región o parte de ella.
  4. La unión se compone de campos y misiones/asociaciones dentro de un territorio mayor (frecuentemente un grupo de regiones o un país entero).
  5. La división se compone de las uniones, abarca un determinado número de países. Cabe resaltar que la Iglesia adventista no considera las divisiones como un nivel de la organización ya que son una representación de la Asociación General en un determinado territorio.
  6. La asociación general, es la unidad más extensa de la organización, se compone de todas las Divisiones de todas partes del mundo. Estas Uniones están agrupadas en divisiones de la asociación general, con responsabilidad administrativa para áreas geográficas particulares, que abarcan normalmente continentes enteros o gran parte de ellos.14

ADRA (Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales)

La ADRA (Adventist Development and Relief Agency: ‘agencia adventista de desarrollo y alivio’: Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales) es la rama humanitaria mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, establecida con el propósito específico de desarrollar económica y socialmente comunidades desfavorecidas y ayudar a paliar efectos de desastres.
ADRA Internacional cumple su misión en 131 países,15 sin discriminación por raza, género o creencias políticas o religiosas. Opera en cinco actividades principales: seguridad alimenticia, desarrollo económico, primeros auxilios, respuesta a desastres y catástrofes y educación básica.
Desde hace más de 50 años la iglesia ha estado activamente promoviendo la ayuda humanitaria a través del trabajo de la ADRA, que trabaja como una agencia no sectaria de ayuda humanitaria en 131 países del mundo. ADRA ha sido conferida el Estado Consultivo General por la comisión de Economía y Sociedad de las Naciones Unidas. En todo el mundo, ADRA emplea más de 4000 personas para ayudar tanto a proveer ayuda humanitaria en las crisis y el desarrollo en situaciones de pobreza.

Orígenes de ADRA

Los orígenes de ADRA (Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales) se sitúan aproximadamente en la década de 1980. Pero la acción humanitaria adventista es anterior. En 1918, justo después de la Primera Guerra Mundial, la Iglesia adventista estableció un comité de ayuda a Europa a causa de los desastres producidos por la contienda. Los primeros países que recibieron ayuda humanitaria de los creyentes adventistas fueron: Bélgica, Francia, Alemania, Turquía, Egipto, Rusia y China.
Después, y a causa de la Segunda Guerra Mundial, la devastación en Europa, el Norte de África y países de Asia, hizo que la Iglesia adventista se organizase de manera inmediata para prestar su ayuda a las víctimas de la guerra. Se prepararon almacenes para organizar y procesar los materiales y alimentos que, posteriormente, se enviaron por barco a los diferentes países que sufrieron los horrores de la guerra.
En 1956 la Asociación General de la Iglesia Adventista creó el SAWS (Servicio de Beneficencia o Sociedad de Servicios Comunitarios). Este nombre fue modificado en 1973, denominándose Servicio Mundial de la Iglesia Adventista. En cada país este servicio tenía un nombre distinto. En los países de habla hispana se denominó ACFE (Asociación Civil Filantrópica y Educativa). Pero en 1983 este servicio de alcance mundial tomó el nombre actual de ADRA. El objetivo era poner más énfasis en programas de desarrollo para los países más pobres y potenciar la ayuda humanitaria y de emergencia allí donde las necesidades fuesen más perentorias.
ADRA está considerada por los organismos internacionales como una red de agencias de ayuda humanitaria y de desarrollo. Es una ONG confesional que, estando vinculada a la Iglesia adventista, mantiene su estructura y organización administrativa de manera independiente. En los momentos actuales está actuando en más de 140 países.

Enlaces de ADRA

Misión adventista

La Iglesia adventista administra uno de los sistemas educacionales protestantes unificados más grande del mundo.[cita requerida] Operan unas 7 806 escuelas primarias y secundarias, al igual que colegios, universidades, seminarios y escuelas de medicina en más de 145 países en el mundo. Este sistema educacional involucra unos 86 800 docentes y cerca de 1 700 000 estudiantes.16 El programa educacional adventista es extenso y completo, y engloba la salud mental, física, social y espiritual, y tiene como meta el preparar a los jóvenes para la vida en el cielo, prometida por Cristo, después de su Segunda venida.
Sus propósitos y objetivos primordiales son crear un ambiente y programa adaptado a las necesidades y los gustos de la juventud, mientras desarrollan una relación especial con Dios, provocando en ellos el deseo de traer más personas, usando y desarrollando los talentos de cada uno de ellos. Los objetivos principales son crear líderes, proveer espacio para el crecimiento de sus talentos y habilidades, establecer un centro de evangelismo juvenil y desarrollar nuevos lazos de amistad con otras personas.

Algunos programas misioneros adventistas

  • Planet Hope (Planeta Esperanza) es un programa dirigido a la población juvenil de Puerto Rico y otras áreas. Su meta es alcanzar a otras personas, especialmente a los jóvenes, y enseñarles acerca de diversos aspectos de la vida, incluyendo —como establecen las doctrinas de la Iglesia adventista— aspectos relacionados a las enseñanzas espirituales y religiosas de Dios y la Biblia. El método principal utilizado para alcanzar a otros es hacer más interesante la sociedad de jóvenes o reunión a través del uso de modos de vida contemporáneos como guías.
  • En Directo Adventistas es un proyecto que tiene como objetivo retransmitir en directo las actividades que se celebran en la iglesia, y llevar el mensaje de la segunda venida de Cristo a todo el mundo. Se desarrolla en España.

Instituciones adventistas

Centro Médico de la Universidad de Loma Linda (California).
Los adventistas tienen como premisa la creación de distintas instituciones para el desarrollo y formación global de sus miembros y las comunidades que sirven.
Se destacan colegios para todos los niveles de enseñanza y universidades con carreras diversas. Es notorio la calidad de la enseñanza, su costo más o menos barato y que la misma está impregnada de elementos cristianos.
El Sistema de Salud Adventista es reconocido por la calidad de sus hospitales y centros de salud, siendo su emblema el Loma Linda University Medical Center (Centro Médico de la Universidad de Loma Linda), en California, uno de los hospitales de mayor reconocimiento y prestigio en el área médica. Además de administrar hospitales, el sistema hace investigaciones y publica diferentes materiales para mantener una vida sana. Tanto las universidades como otras instituciones adventistas están abiertas a la comunidad, para el servicio de todos los ciudadanos.

Áreas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

La Iglesia Adventista del Séptimo Día posee tres áreas principales en las cuales trabaja, las cuales son las tres cosas que según la biblia realizo Jesús en la Tierra: Predicar, Enseñar y Sanar.
  • Predicar: La Iglesia Adventista del Séptimo Día posee gran cantidad de congregaciones alrededor del mundo, dichas congregaciones proporcionan esperanza a millones de personas; también poseen miles de predicadores voluntarios y miles de pastores que atienden a cada una de las congregaciones existentes.
  • Enseñar: La Iglesia Adventista del Séptimo Día posee alrededor del mundo miles de escuelas primarias, escuelas secundarias, (como el Instituto Francisco Ramos Mejia, en Bella Vista, Provincia de Corrientes, Argentina) universidades (como UNADECA, en Costa Rica) y seminarios; además posee decenas de casas editoriales que crean y distribuyen gran cantidad de libros que educan a las personas en diversos temas de gran interés.
  • Sanar: La Iglesia Adventista del Séptimo Día cuenta con cientos de clínicas, hospitales y sanatorios alrededor del mundo, también posee universidades especializadas en la salud y para dicha organización trabajan miles de médicos.

Juventud adventista

El departamento de jóvenes de la Iglesia adventista administra una organización para niños y niñas de 10 a 15 años de edad llamado Club de Conquistadores (Pathfinders). El Club de Conquistadores expone a los jóvenes a actividades tales como acampar, servicio comunitario, educación basada en habilidades y los entrena para el liderazgo. Para los niños más pequeños se encuentra el Club de Aventureros, que alimenta al programa de conquistadores. Desde los 15 años en adelante, los jóvenes (y adultos que deseen) se pueden implementar al Club de Guías Mayores, el cual busca entrenar a la nueva juventud para ser los próximos líderes de la iglesia. En este club se desarrollan actividades similares a las de los anteriores, pero con un mayor grado de profundidad.
La Iglesia adventista ha estado activa por más de 140 años abogando a favor de la libertad religiosa. En 1863 sus líderes fundaron la Asociación Internacional de Libertad Religiosa, la cual es universal y no sectaria. El consejo estatal de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sirve para proteger a diversos grupos religiosos de ciertas legislaciones que puedan afectar sus prácticas religiosas. Recientemente la organización ha estado luchando para que se establezcan legislaciones que protejan a los empleados adventistas que desean guardar el sábado.
La iglesia también posee varias organizaciones asociadas extra-iglesia. Estas se denominan ministerios independientes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.La educación adventista se ha convertido en una organización adventista de educación al joven hecho por Goodloe H. Bell,Goodloe H. Bell en 1867 empezó una escuela particular para los niños adventistas en Battle Creek, Whashinton, Estados Unidos. Sus estudiantes incluyeron a William y Edson White, los hijos de James y Ellen White, y los hermanos de Kellogg, Will K. y John Harvey.
Mientras enseñaba en la escuela, Bell también editó el libro “Youth's Instructor”. En 1869 él llegó a ser Superintendente de la Escuela Sabática de Battle Creek y sirvió como tesorero de la Conferencia de General entre marzo de 1870 y febrero de 1871. Él también fue uno de los directores del Instituto de Salud. El 10 de diciembre de 1871, a Ellen White se le dio una visión en la que ella vio a "Bell en relación con la causa y el trabajo para Dios en Battle Creek". No es sorprendente que Ellen White escribiese que "mucho más se esperó del Hermano Bell de lo que puede ser razonablemente para cualquier un hombre " (Testimonio a la Iglesia en Battle Creek, pág. 8).
Por 1872 Bell había dejado Battle Creek, descorazonado sobre su reputación. Pero Ellen White le escribió instándole a que volviera para enseñar en la escuela que se abría ese año. El 3 de junio de 1872, doce estudiantes concurrieron a la segunda historia en la antigua imprenta de la Riview, donde Bell les dio la bienvenida. La escuela fue un éxito desde el principio y en diciembre de 1874 se mudó a la Escuela de Battle Creek recientemente erigida. Bell encabezó el Departamento inglés, bajo la presidencia de Sydney Brownsberger.
Además la juventud adventista dispone de publicaciones específicas destinadas al ministerio del culto joven, en muchas ocasiones la iglesia adventista ha tenido la ventaja de tener mucho más juventud que las demás denominaciones mundiales.

 Aquì esta una breve historia de la iglesia adventista del septimo dìa


 



 


 


 

Creencias Adventistas

Nuestras creencias

A continuación presentamos las 28 creencias fundamentales que sostiene la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y sus respectivos textos Bíblicos sobre los que se fundamentan las mismas.
Los Adventistas del Séptimo Día aceptan la Biblia como su única regla de fe y apoyo seguro de las creencias fundamentales siendo éstas enseñanzas de las Santas Escrituras. Estas creencia, como se recogen más adelante, constituyen la comprensión de la enseñanza de la Escritura. La revisión de estas declaraciones pueden ser hechas en el Congreso Mundial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cada cinco años, cuando la Iglesia es dirigida por el Espíritu Santo a una comprensión más completa de la verdad bíblica o si encuentra una mejor forma de expresar las enseñanzas de la Santa Palabra de Dios.

1. Las Santas Escrituras

Las Santas Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios escrita, dada por inspiración divina por intermedio de santos hombres de Dios que hablaron y escribieron al ser movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha transmitido al ser humano el conocimiento necesario para la Salvación. Las Santas Escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina. Son la norma para el carácter, la prueba de la experiencia, la revelación autorizada de doctrinas, y el registro confiable de la actuación de Dios en la historia.
2 Pedro 1:20 y 21; 2 Timoteo 3:16 y 17; Salmo 119:105; Proverbios 30:5 y 6; Isaías 8:20; Juan 10:35; Juan 17:17; 1 Tesalonicenses 2:13; Hebreos 4:12.

2. La Trinidad

Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres Personas coeternas. Dios es inmortal, omnipotente, omnisciente, por encima de todo (trascendente), y siempre presente. Es infinito y está más allá de la comprensión humana, aunque es conocido por su revelación de sí mismo. Es eternamente digno de alabanza, adoración y servicio por toda la creación.
Deuteronomio 6:4; Deuteronomio 29:29; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Efesios 4:4-6; 1 Pedro 1:2; 1 Timoteo 1:17; Apocalipsis 14:6 y 7.

3. Dios Padre

Dios, el Eterno Padre, es el Creador, el Originador, el Sustentador y el Soberano de toda la creación. Él es justo y santo, misericordioso y clemente, tardo en airarse, y grande en constante amor y fidelidad. Las cualidades y poderes mostrados en el Hijo y en el Espíritu Santo son, también, revelaciones del Padre.
Génesis 1:1; Apocalipsis 4:11; 1 Corintios 15:28; Juan 3:16; 1 Juan 4:8; 1 Timoteo 1:17: Éxodo 34:6 y 7; Juan 14:9.

4. Dios Hijo

Dios, el Hijo Eterno, se encarnó en Jesucristo. Por medio de Él todas las cosas fueron creadas, se revela el carácter de Dios, se consuma la salvación de la humanidad y es juzgado el mundo. Verdadero Dios por siempre, también llegó a ser verdaderamente hombre, Jesús el Cristo. Fue concebido por el Espíritu Santo, y nació de la virgen María. Vivió y experimentó la tentación como ser humano, y ejemplificó perfectamente la justicia y el amor de Dios. A través de sus milagros demostró el poder de Dios y fue atestiguado como el Mesías prometido por Dios. Jesús sufrió y murió voluntariamente en la cruz en nuestro lugar por nuestros pecados, fue resucitado de entre los muertos y ascendió para ministrar en el santuario celestial en nuestro favor. Vendrá de nuevo en gloria para la liberación final de Su pueblo y la restauración de todas las cosas.
Juan 1:1-3 y14; Colosenses 1:15-19; Juan 10:30; Juan 14:9; Romanos 5:18; Romanos 6:23; 2 Corintios 5:17-19; Juan 5:22; Lucas 1:35; Filipenses 2:5-11; Hebreos 2:9-18; 1 Corintios 15:3 y 4; Hebreos 4:15; Hebreos 7:25; Hebreos 8:1 y 2; Hebreos 9:28; Juan 14:1-3; 1 Pedro 2:21; Apocalipsis 22:20.

5. Dios Espíritu Santo

Dios, el Espíritu Santo, desempeñó una parte activa con el Padre y el Hijo en la Creación, encarnación y redención. Inspiró a los escritores de las Escrituras. Llenó la vida de Cristo con poder. Llama y convence a los seres humanos; y a aquellos que le responden, les renueva y transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y por el Hijo para permanecer para siempre con sus hijos, concede dones espirituales a la Iglesia, la capacita para dar testimonio de Cristo, y en armonía con las Escrituras, la guía a toda verdad.
Génesis 1:1 y 2; Lucas 1:35; Lucas 4:18; Hechos 10:38; 2 Pedro 1:21; 2 Corintios 3:18; Efesios 4:11 y 12; Hechos 1:8; Juan 14:16-18 y 26; Juan 15:26 y 27; Juan 16:7-13.

6. La Creación

Dios es el Creador de todas las cosas, y ha revelado en las Escrituras el auténtico relato de Su actividad creadora. En seis días el Señor hizo “el cielo y la Tierra” y todo lo que tiene vida sobre la Tierra, y descansó el séptimo día de esa primera semana. De este modo estableció el Sábado como un memorial permanente de su trabajo creativo completo. El primer hombre y la primera mujer fueron creados a la imagen de Dios como coronación de la Creación, se les dio dominio sobre el mundo y se les dio la responsabilidad de cuidarlo. Cuando el mundo fue terminado, era “muy bueno”, anunciando así la gloria de Dios.
Génesis 1 y 2; Éxodo 20:8-11; Salmo 19:1-6; Salmo 33:6 y 9; Salmo 104; Hebreos 11:3; Juan 1:1-3; Colosenses 1:16 y 17.

7. La Naturaleza del Hombre

El hombre y la mujer fueron formados a imagen de Dios con individualidad, con el poder y la libertad de pensar y actuar. Aunque fueron creados como seres libres, cada uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu, dependientes de Dios para la vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron a Dios, negaron su dependencia de Él y cayeron de su elevada posición bajo Dios. La imagen de Dios en ellos fue desfigurada, pasando a estar sujetos a la muerte. Sus descendientes comparten esa naturaleza caída y sus consecuencias. Nacen con las debilidades y tendencias al mal. Pero Dios en Cristo reconcilió consigo al mundo y a través de su Santo Espíritu restaura en los mortales penitentes la imagen de su Hacedor. Creados para la gloria de Dios, son llamados a amarle y amarse los unos a los otros, y cuidar del medio ambiente.
Génesis 1:26-28; Génesis 2:7; Salmo 8:4-8; Hechos 17:24-28; Génesis 3; Salmo 51:5; Romanos 5:12-17; 2 Corintios 5:19 y 20; Salmo 51:10; 1 Juan 4:7-8, 11, 20; Génesis 2:15.

8. El Gran Conflicto

Toda la humanidad está involucrada en un gran conflicto entre Cristo y Satanás, en cuanto al carácter de Dios, su Ley y su soberanía sobre el Universo. Ese conflicto se originó en el Cielo, cuando un ser creado, dotado de libertad de elección, por exaltación propia se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, y guió a la rebelión a una parte de los ángeles. Él introdujo el espíritu de rebelión en este mundo cunado indujo a Adán y Eva a pecar. El pecado de la humanidad distorsionó la imagen de Dios en el ser humano, el desorden en el mundo creado y su eventual devastación en el momento del diluvio mundial. Observado por toda la Creación, este mundo se convirtió en el escenario del conflicto universal, del cual será finalmente reivindicado el Dios de amor. Para asistir a su pueblo en esta controversia, Cristo envía su Santo Espíritu y ángeles leales para guiar, proteger, y sostenerlos en el camino de la Salvación.
Apocalipsis 12:4-9; Isaías 14:12-14; Ezequiel 28:12-18; Génesis 3; Romanos 1:19-32; Romanos 5:19-21; Romanos 8:19-22; Génesis 6-8; 2 Pedro 3:6; 1 Corintios 4:9; Hebreos 1:14.

9. Vida, Muerte y Resurrección de Cristo

En la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, en su sufrimiento, muerte y resurrección, Dios proveyó el único medio de expiación del pecado humano, de modo que los que aceptan por fe esa expiación, puedan tener vida eterna, y toda la Creación comprenda mejor el infinito y santo amor del Creador. Esta perfecta expiación vindica la justicia de la ley de Dios y la gracia de su carácter; ya que a la misma vez, condena nuestros pecados, y hace provisión para nuestro perdón. La muerte de Cristo es sustitutoria y expiatoria, reconciliando y transformando. La resurrección de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y para aquellos que aceptan la expiación les asegura la victoria final sobre el pecado y la muerte. Declara el señorío de Jesucristo, ante quien se doblará toda rodilla en el cielo y en la Tierra.
Juan 3:16; Isaías 53; 1 Pedro 2:21-22; 1 Corintios 15:3-4, 20-22; 2 Corintios 5:14-15, 19-21; Romanos 1:4; Romanos 3:25; Romanos 4:25; Romanos 8:3-4; 1 Juan 2:2; 1 Juan 4:10; Colosenses 2:15; Filipenses 2:6-11.

10. La Experiencia de la Salvación

En infinito amor y misericordia, Dios permitió que Cristo, quien no conoció pecado, se convirtiese en pecado por nosotros, para que en Él fuésemos hechos justicia de Dios. Guiados por el Espíritu Santo sentimos nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos arrepentimos de nuestras transgresiones y ejercemos fe en Jesús como Señor y Cristo, como Sustituto y Ejemplo. Esta fe que recibe la salvación, viene a través del poder de la Palabra y es el don de la gracia de Dios. Por medio de Cristo somos justificados, adoptados como hijos e hijas de Dios y libertados del dominio del pecado. Por medio del Espíritu, nacemos de nuevo y somos justificados.; el Espíritu renueva nuestra mente, escribe la ley de amor de Dios en nuestro corazón y se nos da el poder de vivir una vida santa. Permaneciendo en Él, llegamos a ser participantes de la naturaleza divina y tenemos la seguridad de la salvación, ahora y en el Juicio.
2 Corintios 5:17-21; Juan 3:16; Gálatas 1:4; Gálatas 4:4-7; Tito 3:3-7; Juan 16:8; Gálatas 3:13-14; 1 Pedro 2:21-22; Romanos 10:17; Lucas 17:5; Marcos 9:23-24; Efesios 2:5-10; Romanos 3:21-26; Colosenses 1:13-14; Romanos 8:14-17; Gálatas 3:26; Juan 3:3-8; 1 Pedro 1:23; Romanos 12:2; Hebreos 8:7-12; Ezequiel 36:25-27; 2 Pedro 1:3-4; Romanos 8:1-4; Romanos 5:6-10.

11. Creciendo en Cristo

Por su muerte en la cruz Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal. Aquél que subyugó los espíritus demoníacos durante su ministerio terrenal ha quebrantado su poder y aseguró su destino final. La victoria de Jesús nos da victoria sobre las fuerzas del mal que aún buscan controlarnos, mientras caminamos con él en paz, gozo y la seguridad de su amor. Ahora el Espíritu Santo mora en nosotros y nos da fortaleza. Continuamente comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos liberados de las cargas de nuestros actos pasados. Ya no moramos más en la oscuridad, miedo de los poderes malignos, ignorancia y el sinsentido de nuestra anterior forma de vivir. En esta nueva libertad en Jesús, somos llamados a crecer en la semejanza de su carácter, comunicándonos cada día con Él en oración, alimentándonos de su Palabra, meditando en ella y en su providencia, cantando alabanzas, reuniéndonos para adorar, y participando en la misión de la Iglesia. Mientras nos damos a nosotros mismos en amoroso servicio hacia los que nos rodean y testimoniando acerca de su Salvación, su presencia constante con nosotros a través del Espíritu transforma cada momento y cada tarea en una experiencia espiritual.
Salmo 1:1-2; Salmo 23:4; Salmo 77:11-12; Colosenses 1:13-14; Colosenses 2:6, 14, 15; Lucas 10:17-20; Efesios 5:19-20; Efesios 6:12-18; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Pedro 2:9; 2 Pedro 3:18; 2 Corintios 3:17-18; Filipenses 3:7-14; 1 Tesalonicenses 5:16-18; Mateo 20:25-28; Juan 20:21; Gálatas 5:22-25; Romanos 8:38-39; 1 Juan 4:4; Hebreos 10:25.

12. La Iglesia

La Iglesia es la comunidad de creyentes que confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador. En continuidad con el pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento, somos llamados a salir del mundo; y nos unimos unimos para adorar, en fraternidad, para instrucción en la Palabra, para celebrar la Cena del Señor, para servir a toda la humanidad y para la proclamación mundial del Evangelio. La autoridad de la Iglesia deriva de Cristo, quien es la Palabra encarnada, y de las Escrituras, que son la Palabra escrita. La Iglesia es la familia de Dios, adoptados por Él como sus hijos e hijas. Sus miembros viven fundamentados en el nuevo pacto. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, una comunidad de fe de quien Cristo mismo es la cabeza. La iglesia es la esposa por la que Cristo murió para poder santificarla y limpiarla. En su regreso triunfante, se la presentará a sí mismo como una iglesia gloriosa, la fiel de todas las épocas, la compra de su sangre, sin mancha ni arruga, sino santa y sin tacha.
Génesis 12:3; Hechos 7:38; Efesios 4:11-15; Efesios 3:8-11; Mateo 28:19-20; Mateo 16:13-20; Mateo 18:18; Efesios 2:19-22; Efesios 1:22-23; Efesios 5:23-27; Colosenses 1:17-18.

13. El Remanente y su Misión

La Iglesia universal se compone de todos los que verdaderamente creen en Cristo; pero, en los últimos días, en tiempo de extendida apostasía, ha sido llamado un remanente a fin de guardar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Este remanente anuncia la llegada de la hora del Juicio, proclama la salvación por medio de Cristo y anuncia la proximidad de Su segundo advenimiento. Esta proclamación está simbolizada por los tres ángeles de Apocalipsis 14; coincide con la obra de juicio en el cielo, y trae como resultado el arrepentimiento y reforma sobre la Tierra. Cada creyente es llamado a tener una parte en esta testificación mundial.
Apocalipsis 12:17; Apocalipsis 14:6-12; Apocalipsis 18:1-4; 2 Corintios 5:10; Judas 1:3, 14; 1 Pedro 1:16-19; 2 Pedro 3:10-14; Apocalipsis 21:1-14.

14. Unidad en el Cuerpo de Cristo

La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros, llamados de toda nación, tribu, lengua y pueblo. En Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura, educación, y nacionalidad, y las diferencias entre clases, ricos y pobres, hombre y mujer, no deben ser divisorias entre nosotros. Todos somos iguales en Cristo., quien a través de un Espíritu nos ha unido en una fraternidad con Él y los unos con los otros; tenemos que servir y ser servidos imparcialmente y sin reservas. Mediante la revelación de Jesucristo en las Escrituras, compartimos la misma fe y esperanza y extendemos un solo testimonio para todos. Esta unidad encuentra su fuente en la unidad del Dios trino y uno, que nos adoptó como Sus hijos.
Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:12-14; Mateo 28:19-20; Salmo 133:1; 2 Corintios 5:16-17; Hechos 17:26-27; Gálatas 3:27-29; Colosenses 3:10-15; Efesios 4:14-16; Efesios 4:1-6; Juan 17:20-23.

15. El Bautismo

Por el bautismo confesamos nuestra fe en la muerte y en la resurrección de Jesucristo y testimoniamos nuestra muerte al pecado y nuestro propósito de andar en novedad de vida. De este modo aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, llegamos a pertenecer a su pueblo, y somos aceptados como miembros por Su Iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra unión con Cristo, el perdón de nuestros pecados y nuestra recepción del Espíritu Santo. Es por inmersión en agua y es contingente sobre una afirmación de fe en Jesús y evidencia de arrepentimiento del pecado. Tiene lugar tras la instrucción en las Santas Escrituras y la aceptación de sus enseñanzas.
Romanos 6:1-6; Colosenses 2:12-13; Hechos 16:30-33; Hechos 22:16; Hechos 2:38; Mateo 28:19-20.

16. La Cena del Señor

La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y de la sangre de Jesús, como expresión de fe en Él, nuestro Señor y Salvador. En esta experiencia de comunión Cristo está presente para fortalecer su pueblo. Al participar, gozosamente proclamamos la muerte del Señor hasta que regrese de nuevo. La preparación para la Cena incluye el examen de conciencia, arrepentimiento y confesión. El Maestro instituyó la ceremonia del lavamiento de pies para representar una limpieza renovada, para expresar la disposición de servir unos a otros en humildad semejante a la de Cristo, y para unir nuestros corazones en amor. El servicio de Comunión o Santa Cena está abierto a todos los cristianos creyentes.
1 Corintios 10:16-17; 1 Corintios 11:23-30; Mateo 26:17-30; Apocalipsis 3:20; Juan 6:48-63; Juan 13:1-17.

17. Dones y Ministerios Espirituales

Dios confiere a todos los miembros de su Iglesia, en todas las épocas, dones espirituales que cada miembro debe emplear en amante ministerio por el bien común de la Iglesia y de la humanidad. Siendo otorgados por la actuación del Espíritu Santo, el cual distribuye a cada miembro como quiere, los dones proveen todas las aptitudes y ministerios que la Iglesia necesita para cumplir sus funciones divinamente ordenadas. De acuerdo con las Escrituras incluye tales ministerios como la fe, sanación, profecía, proclamación, enseñanza, administración, reconciliación, compasión, servicio abnegado, caridad para ayudar, y exhortación y aliento a las personas. Algunos miembros son llamados por Dios y dotados por el Espíritu para funciones reconocidas por la Iglesia en ministerios pastorales, evangélicos, apostólicos y de enseñanza. particularmente necesarios para capacitar a los miembros para el servicio, edificar a la iglesia para una madurez espiritual y fomentar la unidad de fe y el conocimiento de Dios. Cuando los miembros emplean esos dones espirituales como fieles mayordomos de la variada gracia de Dios, la iglesia es protegida de la destructiva influencia de la falsa doctrina, tiene un crecimiento que proviene de Dios y es edificada con fe y amor.
Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:9-11, 27-28; Efesios 4:8, 11-16; Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 3:1-13; 1 Pedro 4:10-11.

18. El Don de Profecía

Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una característica distintiva de la Iglesia remanente y fue manifestado en el ministerio de Ellen G. White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una continua y autorizada fuente de verdad y proporcionan consuelo, guía, instrucción y corrección a la Iglesia. Sus escritos también dejan claro que la Biblia es la regla por la que debe ser probada toda enseñanza y experiencia.
Joel 2:28-29; Hechos 2:14-21; Hebreos 1:1-3; Apocalipsis 12:17; Apocalipsis 19:10.

19. La Ley de Dios

Los grandes principios de la Ley de Dios están incluidos en los Diez Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y los propósitos de Dios respecto la conducta y relaciones humanas, y son vinculantes a todas las personas de todas las épocas. Esos preceptos constituyen la base del pacto de Dios con su pueblo y la norma en el juicio de Dios. A través de la intervención del Espíritu Santo, los Mandamientos señalan el pecado y despiertan el sentido de necesidad de un Salvador. La Salvación es completamente por gracia y no por obras, pero el fruto de ella es la obediencia a los Mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter cristiano y resulta en un sentido de bienestar. Es una evidencia de nuestro amor por el Señor y de nuestra preocupación por el prójimo. La obediencia de fe demuestra el poder de Cristo para transformar vidas, y por lo tanto fortalece el testimonio cristiano.
Éxodo 20:1-17; Salmo 40:7-8; Mateo 22:36-40; Deuteronomio 28:1-14; Mateo 5:17-20; Hebreos 8:8-19; Juan 15:7-10; Efesios 2:8-10; 1 Juan 5:3; Romanos 8:3-4; Salmo 19:7-14.

20. El Sábado

El bondadoso Creador, después de los seis días de la Creación, descansó el séptimo día e instituyó el Sábado para todo el mundo como recordativo de la Creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la observancia de este séptimo día sábado como día de descanso, adoración y ministerio en armonía con las enseñanzas y prácticas de Jesús, el Señor del Sábado. El sábado es un día de agradable comunión con Dios y unos con otros. También es un símbolo de nuestra redención en Cristo, una señal de nuestra santificación, una demostración de nuestra lealtad, y un anticipo de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es una señal perpetua de su pacto eterno entre Él y su pueblo. La observancia gozosa de este santo tiempo de puesta de sol a puesta de sol o de tarde a tarde, es una celebración de los actos creativo y redentor de Dios.
Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11; Lucas 4:16; Isaías 56:5-6; Isaías 58:13-14; Mateo 12:1-12; Marcos 2:27-28; Éxodo 31:13-17; Ezequiel 20:12, 20; Deuteronomio 5:12-15; Hebreos 4:1-11; Levítico 23:32; Marcos 1:32.

21. Mayordomía

Somos mayordomos de Dios, quien nos ha encomendado el tiempo y las oportunidades, capacidades y posesiones, y las bendiciones de la Tierra y sus recursos. Reconocemos la propiedad divina por medio del fiel servicio a Él y a nuestros semejantes, y devolviendo diezmos y dando ofrendas para la proclamación de su Evangelio y para la manutención y el crecimiento de su iglesia. La mayordomía es un privilegio que nos ha dado Dios para crecer en amor y en victoria sobre el egoísmo y la codicia. El mayordomo se regocija en las bendiciones que sobrevienen a los demás como resultado de su fidelidad.
Génesis 1:26-28; Génesis 2:15; 1 Crónicas 29:14; Hageo 1:3-11; Malaquías 3:8-12; 1 Corintios 9:9-14; Mateo 23:23; 2 Corintios 8:1-15; Romanos 15:26-27.

22. Conducta Cristiana

Somos llamados para ser un pueblo piadoso, que piensa, siente y actúa de acuerdo con los principios del Cielo. Para que el Espíritu recree en nosotros el carácter de nuestro Señor, nos involucramos sólo en aquellas cosas que producirán en nuestra vida pureza, salud y alegría semejantes a las de Cristo. Esto quiere decir que nuestra diversión y entretenimiento deberían cumplir la más alta norma del gusto y belleza cristianos. A la vez que reconocemos las diferencias culturales, nuestro vestido tiene que ser sencillo, modesto y pulcro, adecuándose aquellos cuya auténtica belleza no consiste en adorno externo sino en el incorruptible adorno de un espíritu tranquilo y afable. También significa que, dado que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, debemos cuidarlo de forma inteligente. Con ejercicio y descanso adecuados, debemos adoptar la dieta más saludable posible y abstenernos de alimentos inmundos identificados en las Escrituras. Dado que el uso del bebidas alcohólicas, el tabaco, y el uso irresponsable de drogas y narcóticos son dañinos para nuestra salud, debemos de abstenernos de ellos. En su lugar, debemos participar en cualquier cosa que eleve nuestros pensamientos y cuerpos a la disciplina de Cristo, quien desea nuestra salud completa, gozo y bienestar.
Romanos 12:1-2; 1 Juan 2:6; Efesios 5:1-21; Filipenses 4:8; 2 Corintios 10:5; 2 Corintios 6:14-7:1; 1 Pedro 3:1-4; 1 Corintios 6:19-20; 1 Corintios 10:31; Levítico 11:1-47; 3 Juan 1:2.

23. Matrimonio y Familia

El matrimonio fue divinamente establecido en el Edén y confirmado por Jesús como unión vitalicia entre un hombre y una mujer, en amoroso compañerismo. Para el cristiano, el compromiso matrimonial es con Dios así como con el cónyuge, y solamente debe ser asumido entre parejas que comparten la misma fe. El amor mutuo, honor, respeto y responsabilidad son los elementos que edifican esta relación, que tiene que reflejar el amor, santidad, proximidad y permanencia de la relación entre Cristo y su Iglesia. Respecto al divorcio, Jesús enseñó que la persona que se divorcia del cónyuge, a no ser por causa de fornicación, y se casa con otro, comete adulterio. A pesar de que algunas relaciones familiares puedan no llegar al ideal, los cónyuges que se comprometen plenamente el uno al otro en Cristo, deben alcanzar la amorosa unidad con la guía del Espíritu Santo y los cuidados de la Iglesia. Dios bendice la familia y quiere que sus miembros se ayuden unos a otros hasta alcanzar completa madurez. Los padres deben educar sus hijos paraa amar al Señor y obedecerle. Por su ejemplo y sus palabras tienen que enseñarles que Cristo disciplina con amor, siempre tierno y cariñoso, quien desea que se conviertan en miembros de su cuerpo, la familia de Dios. Incrementar la unión familiar es uno de los cometidos de l mensaje final del Evangelio.
Génesis 2:18-25; Mateo 19:3-9; Juan 2:1-11; 2 Corintios 6:14; Efesios 5:21-33; Mateo 5:31-32; Marcos 10:11-12; Lucas 16:18; 1 Corintios 7:10-11; Éxodo 20:12; Efesios 6:1-4; Deuteronomio 6:5-9; Proverbios 22:6; Malaquías 4:5-6.

24. El Ministerio de Cristo en el Santuario Celestial

Hay un santuario en el Cielo, el tabernáculo verdadero que levantó el Señor y no el hombre. En él, Cristo intercede en nuestro favor, haciendo accesibles a los creyentes los beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una vez para todos en la cruz. Él es nuestro gran Sumo Sacerdote y comenzó su ministerio intercesor en ocasión de su ascensión. En 1844, a final del período profético de los 2.300 días, inició la segunda y última fase de su ministerio expiatorio. Es una labor de juicio investigador que forma parte de la disposición final de todo pecado, tipificado por la purificación del antiguo santuario hebreo en el día de la Expiación. En aquel servicio tipo el santuario era purificado con la sangre de sacrificios animales, pero las cosas celestiales son purificadas con el sacrificio perfecto de la sangre de Jesús. El juicio investigador revela a las inteligencias celestiales quiénes de entre los muertos que duermen en Cristo y por lo tanto, en Él, son juzgados dignos de tener parte en la primera resurrección. También se hace manifiesto quiénes, de entre los vivos, están morando en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y en Él, por lo tanto, están preparados para ser trasladados a su reino eterno. Este juicio vindica la justicia de Dios al salvar a aquellos que creen en Jesús. Declara que aquellos que han permanecido fieles a Dios recibirán su reino. La culminación de este ministerio de Cristo señalará el fin del tiempo de gracia para los seres humanos, antes del segundo advenimiento.
Hebreos 8:1-5; Hebreos 4:14-16; Hebreos 9:11-28; Hebreos 10:19-22; Hebreos 1:3; Hebreos 2:16-17; Daniel 7:9-27; Daniel 8:13-14; Daniel 9:24-27; Números 14:34; Ezequiel 4:6; Levítico 16; Apocalipsis 14:6-7; Apocalipsis 20:12; Apocalipsis 14:12; Apocalipsis 22:12.

25. La Segunda Venida de Cristo

La segunda venida de Cristo es la bendita esperanza de la Iglesia, el gran clímax del Evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y global. Cuando Él regrese, los muertos justos resucitarán, y junto a los vivos justos serán glorificados y tomados a los cielos, pero los injustos morirán. El casi completo cumplimiento de la mayoría de profecías, junto con la presente condición del mundo, indican que la venida de Cristo es inminente. El momento de ese evento no ha sido revelado, y por lo tanto se nos exhorta a estar preparados en todo momento.
Tito 2:13; Hebreos 9:28; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; Mateo 24:14; Apocalipsis 1:7; Mateo 24:43-44; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-54; 2 Tesalonicenses 1:7-10; 2 Tesalonicenses 2:8; Apocalipsis 14:14-20; Apocalipsis 19:11-21; Mateo 24; Marcos 13; Lucas 21; 2 Timoteo 3:1-5; 1 Tesalonicenses 5:1-6.

26. Muerte y Resurrección

La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, concederá vida eterna a sus redimidos. Hasta aquel día, la muerte es un estado inconsciente para todas las personas. Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados y tomados para encontrarse con su Señor. La segunda resurrección, la resurrección de los injustos, tendrá lugar mil años después.
Romanos 6:23; 1 Timoteo 6:15-16; Eclesiastés 9:5-6; Salmo 146:3-4; Juan 11:11-14; Colosenses 3:4; 1 Corintios 15:51-54; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Juan 5:28-29; Apocalipsis 20:1-10.

27. El Milenio y el Fin del Pecado

El milenio es el reinado de mil años de Cristo con sus santos en el Cielo entre la primera y la segunda resurrección. Durante este tiempo serán juzgados los impíos muertos; la Tierra estará completamente desolada, sin habitantes humanos vivos, aunque estará ocupada por Satanás y sus ángeles. Al fin de ese período, Cristo con sus Santos y la Santa Ciudad descenderán del cielo a la Tierra. Los impíos muertos serán entonces resucitados y, con Satanás y sus ángeles, cercarán la ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y purificará la Tierra. El Universo será liberado para siempre del pecado y de los pecadores.
Apocalipsis 20; 1 Corintios 6:2-3; 2 Pedro 3:7; Jeremías 4:23-26; Apocalipsis 21:1-5; Malaquías 4:1; Ezequiel 28:18-19.

28. La Nueva Tierra

En la Nueva Tierra, en que habita la justicia, Dios proveerá un hogar eterno para los redimidos y un medio ambiente perfecto para la vida eterna, amor, gozo y aprendizaje en su presencia. Porque allí mismo morará Dios con su pueblo, y el sufrimiento y la muerte ya habrán pasado. La gran controversia habrá llegado a su fin, y no habrá más pecado. Todas las cosas, animadas e inanimadas, declararán que Dios es amor; y Él reinará para siempre. Amén.
2 Pedro 3:13; Isaías 35; Isaías 65:17-25; Mateo 5:5; Apocalipsis 21:1-7; Apocalipsis 22:1-5; Apocalipsis: 11:15. 

Aquì dejo un video que simplifica todas nuestras creencias adventistas.